Ella de Bilbo y él de Pamplona, y una noche loca sus caminos se cruzaron. Y qué suerte la nuestra lo de aquella noche, porque nos pidieron que hiciésemos el seguimiento al completo de su boda, lo cual fue un auténtico privilegio. 

Comenzamos con un paseo por uno de los lugares más bonitos que hay en Navarra, el jardín botánico de Bertiz para el pre boda. La conexión y las chispas entre ambos salta a la vista en cada una de las fotos. 

El día de la boda sucedió en Bilbao, en el restaurante Aspaldiko en Loiu. Un caserío del siglo XVI que resultó ser un rincón idílico donde los novios vivieron una ceremonia íntima con los suyos llena de momentos emocionantes. La novia no dejó en el aire ni un solo detalle lo cual en las fotos es palpable, pero por supuesto las sorpresas por parte de amigos y familiares tampoco faltaron. 

Izas y Ur eligieron un tango para cerrar el banquete y os aseguramos que hasta nosotras estábamos con la boca abierta. Y por supuesto que no podía faltar la juerga, porque a los del norte nos gusta la juerga y mucho. Los invitados y los novios lo dieron todo, pero todo es todo. No pudimos estar más a gusto ni pasarlo mejor. 

Pero aquí no acaba la historia, como muchos otros novios no quisieron perderse ni un minuto de la celebración así que concretamos la sesión post boda para el regreso del viaje de novios. La localización la tenían muy clara. Una playa salvaje en Sopelana con un atardecer impresionante. No pudimos disfrutar más con esta sesión y la verdad que ellos tampoco, con chapuzón incluido fueron momentos de risas y momentos bañados por una luz perfecta que nos dieron un resultado visual espectacular. 

Nosotras solo podemos agradecerles toda su confianza y amabilidad. Son una pareja humilde y divertida con la que disfrutamos muchísimo.

Millones de gracias!